CLAVES PARA LEER A BORGES - Actividad 1


CLAVES 

PARA LEER A BORGES


ACTIVIDAD 1 








   CONSIGNA 1 
     Lea el siguiente fragmento:



(…) Entonces vi el Aleph. Arribo, ahora, al inefable centro de mi relato, empieza aquí, mi desesperación de escritor. Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; ¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Los místicos, en análogo trance prodigan los emblemas: para significar la divinidad, un persa habla de un pájaro que de algún modo es todos los pájaros; Alanus de Insulis, de una esfera cuyo centro está en todas partes y las circunferencia en ninguna; Ezequiel, de un ángel de cuatro caras que a un tiempo se dirige al Oriente y al Occidente, al Norte y al Sur. (No en vano rememoro esas inconcebibles analogías; alguna relación tienen con el Aleph.) Quizá los dioses no me negarían el hallazgo de una imagen equivalente, pero este informe quedaría contaminado de literatura, de falsedad. Por lo demás, el problema central es irresoluble: La enumeración, si quiera parcial, de un conjunto infinito. En ese instante gigantesco, he visto millones de actos deleitables o atroces; ninguno me asombró como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia. Lo que vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré sucesivo, porque el lenguaje lo es. vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.

 Dos observaciones quiero agregar: una sobre la naturaleza del Aleph; otra, sobre su nombre. Éste, como es sabido, es el de la primera letra del alfabeto de la lengua sagrada. Su aplicación al círculo de mi historia no parece casual. Para la Cábala esa letra significa el En Soph, la ilimitada y pura divinidad; también se dijo que tiene la forma de un hombre que señala el cielo y la tierra, para indicar que el mundo inferior es el espejo y es el mapa del superior; para la Mengenlehre, es el símbolo de los números transfinitos, en los que el todo no es mayor que alguna de las partes. Yo querría saber: ¿Eligió Carlos Argentino ese nombre, o lo leyó, aplicado a otro punto donde convergen todos los puntos, en alguno de los textos innumerables que el Aleph de su casa le reveló? (…)


                                                                BORGES, Jorge Luis. El Aleph, Edición 2011. Editorial Debolsillo.



CONSIGNA 2. 

Enfoque las líneas subrayadas e indique con una cruz las respuestas que considere correctas:

2.a. El relato borgeano se suscribe en el pensamiento filosófico:

·         Dualista
·         Monista
·         Nihilista
·         Ninguno de los anteriores

2.b. La visión del Aleph sostiene una postura:

·         Antiplatónica
·         Anticartesiana
·         Platónica
·         Otra (consigne)

 2.c.El estudio de la kabbalah proviene de la tradición:

·         Árabe
·         Cristiana
·         Hebrea
·         Ninguna de las anteriores

2.d.Con cuál de los conceptos que siguen relacionaría Ud la metáfora borgeana del Aleph: 

·         Inmanencia, unidad y racionalidad de todo lo real, en oposición a la tesis de la existencia de un mundo ideal trascendente al material.

·         La divinidad es una sustancia que abarca la totalidad de lo real y se identifica con la Naturaleza.

·         Existen dos  sustancias creadas diferentes, el cuerpo y el alma (a la que también se denomina mente). 

·         El superhombre representa, pues, esa nueva tabla de valores: el amor a la vida, el sentido de la Tierra y la exaltación de los instintos ascendentes. El hombre para convertirse en superhombre ha de expulsar de su interior a Dios. 


CONSIGNA 3.

3.a. Lea los dos sonetos que Borges escribe sobre el filósofo Baruch Spinoza.


Spinoza

Las traslúcidas manos del judío
labran en la penumbra los cristales
y la tarde que muere es miedo y frío.
(Las tardes a las tardes son iguales.)

Las manos y el espacio de jacinto
que palidece en el confín del Ghetto
casi no existen para el hombre quieto
que está soñando un claro laberinto.

No lo turba la fama, ese reflejo
de sueños en el sueño de otro espejo,
ni el temeroso amor de las doncellas.

Libre de la metáfora y del mito
labra un arduo cristal: el infinito
mapa de Aquel que es todas Sus estrellas.


En El Otro el Mismo (1964)

Baruch Spinoza

Bruma de oro, el occidente alumbra
la ventana. El asiduo manuscrito
aguarda, ya cargado de infinito.
Alguien construye a Dios en la penumbra.

Un hombre engendra a Dios. Es un judío
de tristes ojos y de piel cetrina;
lo lleva el tiempo como lleva el río
una hoja en el agua que declina.

No importa. El hechicero insiste y labra
a Dios con geometría delicada;
desde su enfermedad, desde su nada,

Sigue erigiendo a Dios con la palabra.
El más pródigo amor le fue otorgado,
el amor que no espera ser amado.


En La moneda de hierro (1976)



En Becco,  Jorge Luis Borges. Bibliografía total 1923/1973


3.b.Subraye en cada uno de los poemas dos ideas que se relacionen con las consignas anteriores.

3.c. Explique brevemente en cada caso por qué las eligió.

3.d. De acuerdo a las lecturas y recorrido efectuados en el presente trabajo ¿A qué interpreta Usted que alude Borges cuando dice :

(…) Alguien construye a Dios en la penumbra.
Un hombre engendra a Dios. Es un judío (…)





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