Libre de la memoria y de la esperanza, ilimitado, abstracto, casi futuro, el muerto no es un muerto: es la muerte. Como el Dios de los místicos, de Quien deben negarse todos los predicados, el muerto ubicuamente ajeno no es sino la perdición y ausencia del mundo. Todo se lo robamos, no le dejamos ni un color ni una sílaba: aquí está el patio que ya no comparten sus ojos, allí la acera donde acechó su esperanza. Hasta lo que pensamos podría estarlo pensando él también; nos hemos repartido como ladrones el caudal de las noches y de los días. JORGE LUIS BORGES En Fervor de Buenos Aires (1923) ______________________________________________________ ACTIVIDAD PROPUESTA: 1.- Lea el poema. 2 - Imagine un nombre para el muerto. 3 - Escríbalo. Escribió y propuso: SIL